Idea Central: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.” —Gálatas 6:9
Mensaje para hoy:
¿Alguna vez te has sentido cansado? No sólo cansado o fatigado o somnoliento, sino, realmente cansado? El cansancio lleva la connotación de esfuerzos repetidos sin evidencia de beneficio. Tiene una sensación pesada, y es triste y difícil de superar.
La gente cansada no ve fruto alguno de su trabajo. Trabajan en algo hora tras hora, día tras día, pero sus esfuerzos parecen inútiles y desperdiciados. La tentación de renunciar es casi abrumadora. Invariablemente, quien comienza una vida de agradar a Dios chocará contra un muro de cansancio. Puede parecer que las cosas van empeorando en lugar de ir mejor, y la tentación de regresar a la forma de vida anterior será muy fuerte.
El hombre que escribió este versículo, el apóstol Pablo, sabía sobre la dificultad y la frustración que venían con una vida que agrada a Dios. También sabía del beneficio de permanecer en ella. Cuando llegue el momento, los que aguantaron recibirán una cosecha de recompensas.
Anímate. Tus esfuerzos están haciendo una diferencia. No renuncies.
Considera esto:
¿De qué manera te has sentido cansado en tu intento de seguir a Dios?
¿Cuáles son algunas cosas que puedes hacer para ayudarte a empujar en estos tiempos difíciles?
¿Quién te puede ayudar con esto?
Toma acción:
En lugar de escribir una lista de cosas-por-hacer, haz una lista de cosas-que-haré. Escribe tres cosas que son importantes para una vida dedicada a Dios y que te comprometas a hacer para la próxima semana—independientemente de cómo te sientas.
¿QUIERES CONOCER A DIOS PERSONALMENTE?
Dios nos ama y tiene planes increíbles para nuestras vidas, pero ¿cómo llegamos allí?
Los siguientes pasos trazan un camino claro que Dios preparó para que encontremos una relación con Él.