Tratar de complacer a Dios a través del esfuerzo humano, es como tratar de cruzar un abismo infinito con nuestros propios pies.
Sabiduría Semanal
Dios se revela al hombre a través de sus palabras y se acerca a nosotros a través de sus acciones. Él no nos ha dejado solos.
El mal es el resultado de la voluntad humana, de un corazón tan ensimismado que no permitirá que nada ni nadie se anteponga en su camino.
Para que nuestras vidas tengan un verdadero propósito, debemos mirar a una fuente que sea personal y a la vez trascendente.
Cuando damos la espalda a una relación, corremos el riesgo de perderla completamente.
Confía en la obra terminada de un sustituto perfecto en lugar de la obra defectuosa de tus propias manos.
Si tratamos a la Biblia como un todo, todos los detalles relatados en ella se respaldan conjuntamente.
“La misma imposibilidad en que me encuentro para probar que Dios no existe, me descubre su existencia.” —Voltaire
Entre más llegamos a conocer de Dios, a través de su mundo como de sus palabras, más podamos verlo y disfrutar de él todos los días.
Nuestros orígenes se reducen a dos opciones: o somos el resultado de un proceso aleatorio impersonal o somos el trabajo intencional de una fuerza personal.
La Biblia instruye a los cristianos a vivir en el mundo sin juzgar a sus prójimos, pero sin permitir que el amor por el mundo los defina.
Igual que un padre, Dios muestra su cuidado por nosotros a través de la provisión, la formación y la disciplina.